
y las líneas de varias carreteras… me han traído hasta aquí… a su regazo… a Ella… que sin previo aviso renovó mis zapatos (como los suyos, para tener ambos en esta edad adulta los pies sobre la tierra). “Ya no sé andar sólo por los caminos”, decía Pessoa. De su mano estuvo devuelta la fe de los primeros días de camino… y el entusiasmo de los primeros años.