Cuando a los doce años me llamaron «joven» por primera vez, me sentí grande (fue un domingo, recuerdo exactamente quién y en qué situación). Camino a mi casa iba pensando en la impresión que aquel suceso me causó: no cabía en las banquetas, yo había dejado de verme como niño, ya era un joven y merecía un trato distinto al recibido hasta ahora… una consideración mayor de persona mayor. Estaba sorprendido y me sentía a gusto con el cambio reciente: me gustaba ser «un joven».
Sólo una vez se capa el «cuch» (dice mi mamá) y, a diferencia de a los 12 años, quizás ya me habría inquietado de pensarme como «un señor» si no fuese por la certeza que ahora tengo de que nunca he sido joven.
Julio 8, 2013
Este callejón y su preciosa vista, esta lluvia misma que desde que llegué me recibió muy bien. La misma ventana, los mismos anhelos, la misma noche, dos años y muchas vivencias después. Buenas noches, señor farol. Yo, a usted y a su luz, sí les extrañé.
Julio 18, 2013
Ellos dos: las cenizas de sus cuerpos en dos macetas… Juntos tambien en la muerte, a un lado de su obra. Y una ‘siempre viva’ sobre cada uno. Dicen demasiado. No creo poder decir algo mejor sobre la vida.
(Visita a la Casa-Museo de Olga Costa y José Chávez Morado)
Julio 22, 2013
Me pregunto, ¿qué habrìa hecho Funes, el memorioso, con los rencores?… ¿acaso habrán sido plaga, mala yerba, en sus recuerdos?
Octubre 15, 2013
Los minutos, los minúsculos pensamientos y los centavos… El diablo está en (la filigrana de) los detalles.
Octubre 28, 2013
Qué tarde más bonita… Este sol apacible, este horario al natural. Huele a 2 de Noviembre, a flor de muerto, a camino con sombra hacia el panteón de Las Margaritas… a tumba de abuela Chayo. Encurtidos, papel de china, mandarinas, aguardiente y quinsanto… Cómo se vuelven a tener 8 años…
Noviembre 26, 2013
Borges decía, ya siendo adulto, que prefería las mañanas, a diferencia del Borges joven, que siempre gustó de los atardeceres. Hoy tengo los mismos gustos, prefiero las mañanas… pero yo voy detrás del mismo afán como los perros tras los carros. No he podido evitar sentir un atisbo de miedo: no estoy tan adulto… ni soy Borges.
Enero 17, 2014
Uno, que se cree lector… sin sospechar que es personaje de una novela. Y al espejo: Rubén, ¿quién es tu escritor?… ¿Estás dentro de una fascinante historia?… ¿Pueden tus ojos ver las tapas de tu libro?… ¿En qué capítulo estás?
Abril 7, 2014
Dos señores muy amables, saludándote con gusto, de buena fe, bienintencionados, hablándote de El Señor… Tú: Nietzche bajo el brazo, intentando que no vean en tus manos la Genealogía de la Moral…
Junio 27, 2014
Ella: junto con su voz reciente como la mañana, que sabe a café y huele a frío, a lluvia, a tierra mojada…

Abril 11, 2015
Vuelve la lluvia y, como siempre que llega, se regocija mi corazón. Yo de verdad quisiera que por siempre el tiempo se estuviera así, con las gotas sobre los árboles, los grises en el cielo, ese apoyo a la imaginación que es la falta de calor, el silencio del trinar de las gotas, el viento, las caricias de la birsa en mi cara, sobre el sillón, junto a la ventana… y el color fuerte, renovado, de todas las cosas. Diría que en verdad sufro la ausencia de la lluvia en este sitio, pero que más me vale pensar en que disfruto sobremanera su presencia.
Mi corazón se hincha, se llena de gotas. El agua llega hasta las cortadas y otras heridas que se resecan con los días. Yo no me sé estar sin la lluvia, no me sé sanar sin su perdón.
La lluvia se siente como me imagino que debe sentirse, sobre uno mismo, el perdón.
Abril 26, 2015
El rencor hace levantar las llamas del enardecido, muy alto. En los ratos de desasosiego me da por pensar con las vísceras. A todos ésos que en clase me preguntan: ¿y éso para qué sirve? Debiera responderles con Plutarco, “la mente no es un vaso para llenar, es una lámpara para encender.”